Empieza la segunda mitad de la temporada. Se acabaron las vacaciones, y tras las doce primeras carreras, con diez más por delante -dobles, recuerden- Marc Márquez dispone de 120 puntos de margen sobre su inmediato perseguidor (su hermano) y 168 con Bagnaia (su compañero de box).
El dilema ya no es -salvo catástrofe- si el de Cervera ganará el título, sino “cuándo”. Estamos ante un trámite que hay que cumplimentar a más de 300 kilómetros por hora, con lo que ello implica.
Quedan escenarios como el de este fin de semana, donde el líder supremo nunca se mostró muy a gusto… porque no llevaba, como ahora, “una moto roja”. Vendrán luego Balatonring, una incógnita. En la olla a presión del Circuit de Catalunya tendrá más cosas que controlar fuera de la pista que dentro. Después, Misano con Pecco obligado a lucirse, o… a esconderse bajo tierra. Y, más tarde, los siempre desafiantes Motegi, Mandalika, Phillip Island o Sepang, con la meteorología como una lotería para todos. Cerrarán el año Estoril y un Ricardo Tormo que volverá a estallar.
El lugar para “campeonar” será lo de menos, a no ser que en Ducati pongan en la balanza el peso de sus ventas en esos diferentes mercados. Pero que nadie piense que “lo que queda” va a ser un “camino de rosas” para Marc, porque cuándo más cerca se tiene un título, más árido se hace rubricarlo. Y en este certamen los puntos se ganan tacita a tacita, pero se pierden a puñados. Cuánto antes lo tenga Márquez, la situación puede convertirse en más indigesta para sus rivales.
Marc saldrá a por todas desde ya para intentar zanjar las cosas, y con el objetivo cumplido, tal vez llegará la hora de ver en lo más alto del podio a su hermano Alex, para lo que el mayor de Can Márquez aportará su generosidad.

Este final de campeonato podría convertirse en un calvario para sus oponentes. Empezando por Bagnaia, que debe mostrar más contundencia de la acreditada hasta ahora en este 2025. Y si no, Pecco debe irse de Ducati porque “el Caníbal” nunca perdona, porque su apetito es insaciable. Para quedar detrás del español, mejor hacerlo con otra moto distinta a la suya, puestos a esgrimir excusas.
Puede ser también un infierno para pilotos como Joan Mir, que lleva ¡15 caídas! en lo que llevamos de año. Pero también una especie de purgatorio para Pedro Acosta, que parece reconciliarse con su KTM, para Jorge Martín que merece ganar de nuevo tras los esfuerzos que ha hecho por recuperarse de sus desgracias; para Bezzechi que ha demostrado que con Aprilia… “sí se puede”. Y, por supuesto para Fabio Quartararo que se ha ganado los esfuerzos por el momento ímprobos de Yamaha.
Las carreras al sprint no serán un puro trámite, ni mucho menos, pese a los pocos puntos que aportan en comparación a las del domingo.
Habrá que pilotar como usureros a la caza del punto más nimio, créanme. Y en este terreno, quien va camino de proclamarse como el mejor piloto de la historia -si no lo es ya- también domina.
Me gusta el ciclismo, aunque no tengo ni idea de este deporte. Por eso he consultado a los que más saben, mis “gurús del pedal”: Arcadi Alibés, Melcior Mauri, Ernest Riveras y, por supuesto, Agustí Bernaus. Les he preguntado por el mejor “sprinter” de la historia, y todos han coincidido en señalar a “otro Marc”, Mark Cavendish. Nacido en la Isla de Man (menuda coincidencia con las motos) lleva 35 victorias de etapa en el Tour, casi todas en el último suspiro antes de la meta, superando el récord del legendario Eddy Merckx, el mejor ciclista de la historia, apodado también… “El Caníbal”. ¿Otra coincidencia?
Marc Márquez es el mejor esprínter del año, con 11 victorias de las 12 posibles. En su palmarés está a sólo cuatro del “rey de los sábados”, Jorge Martín. Y tiene una más que Pecco en este ranking.
Nadie puede dudar de la calidad ni del madrileño ni del de turinés, campeones en MotoGP. Del mismo modo: ¿quién osaría poner en cuestión otros sprinters legendarios del pedal como Miquel Poblet, Oscar Freire, Van Looy, Martens, Van Poppel, Abdujaparov, el singular Mario Cipollini, o los actuales Milan y Philipsen?
Pero caníbal, caníbal, lo que se dice caníbal, sólo hubo uno. Bueno, ahora con Márquez ya dos. Este último a más velocidad que el primero.
Alex Márquez Francesco Bagnaia Marc Márquez