Inicio Artículos La solidaridad verdadera nace desde la humildad

La solidaridad verdadera nace desde la humildad

Descargar en pdf

Quienes montamos en moto a veces no estamos bien vistos por mucha gente. Lógico, si tenemos en cuenta el comportamiento y las actitudes de algunos cafres. Y aunque llevo toda mi vida utilizando este medio de transporte, no estoy dispuesto ni a justificarme ni a tener que pedir disculpas por hacerlo.

Al contrario; en tiempos como este me siento muy orgulloso de pertenecer a este colectivo y al mundo del motor en general.

Preferiría que no hubiese motivo para acreditar su empatía, pero a propósito del voluntariado que ha aparecido para intentar ayudar a los valencianos hemos visto muchas acciones que nos dan razones para seguir creyendo en la humanidad.

No me puedo sentir más ufano al ver las iniciativas promovidas por la Federación Española de Automovilismo junto con el RACC; y es imposible no tener más admiración por los muchos amigos que con sus motos de campo han ido a echar una mano donde hiciera falta. Veo lo que han promovido amigas como Laia Sanz o la viajera (en moto, por supuesto) Alicia Sornosa, y tantos y tantos otros motoristas -conocidos y anónimos por igual- que no han dudado en suplir con su entusiasmo la inoperancia de políticos e instituciones.

El propósito del GP Solidari de Barcelona de este fin de semana es otro ejemplo de este movimiento popular. Y, como no puede ser de otra forma, el éxito que supondrá la asistencia de público al mismo significa otra muestra de la voluntad de estar junto al pueblo valenciano en un momento tan triste como el que nos ha tocado vivir.

Me cuentan que sonará el himno de Valencia en la parrilla este domingo. Y me parece muy bien, del mismo modo que me lo pareció cuando Carmelo Ezpeleta -CEO de Dorna- decidió tras los JJOO de Barcelona que sonaran Els Segadors en el Circuit durante los actos de protocolo.  Costumbre que pese a que haya a quien le rechine sigue vigente en la actualidad.

Pero en coherencia con esa acertada decisión también me hubiera parecido más apropiado que la carrera se hubiera llamado como inicialmente estaba previsto: GP de la Comunitat Valenciana.

Un grupo de voluntarios, con Laia Sanz, ayudando a las víctimas de la DANA de Valencia
Un grupo de voluntarios, con Laia Sanz, ayudando a las víctimas de la DANA de Valencia

Me explican unos argumentos para esquivar esa denominación que me parecen poco sólidos cuando la credibilidad de la Generalitat Valenciana no atraviesa precisamente su mejor momento.

La generosidad alcanza su dimensión más loable cuando llega sin firma, como están demostrando estos días esos miles y miles de voluntarios que luchan contra el barro y por recomponer unos corazones hechos trizas.

Esta carrera no necesitaba de la firma “Barcelona” para hacer patente su solidaridad, como en su momento no lo fue con los GP de Portugal que se disputaron en el Jarama o en Jerez, o las diferentes ediciones de los GP de Europa que hubo en diversos escenarios como recambio a carreras que también tuvieron que ser anuladas por diversas circunstancias.

La solidaridad es un concepto que rima con humildad. Y está muy bien donar la recaudación íntegra de esta carrera, o lo que se facture por cada parking vendido (24 euros por cada coche), o lo que vaya a generarse con ocasión del test del próximo martes. Porque entiendo que será exactamente así, y sin matices de ningún tipo.

Pero esa generosidad pasa por una entrega sin condiciones; no como una oportunidad para negociar nada para un futuro, ni como excusa para una utilización política, ni mucho menos como una ocasión de lucimiento personal.

La generosidad debe ser anónima, un cheque al portador, y jamás un talón nominativo.

Habría que poner el ego de algunos a dormir -nunca mejor dicho- a la luna de Valencia.


Alicia Sornosa Carmelo Ezpeleta DANA Valencia Laia Sanz

Comparte

Share on facebook
Share on twitter
Share on telegram
Share on linkedin
Share on pinterest
Share on whatsapp
Share on email

También te puede interesar

CA   ES
Copyright © 2025