Las negociaciones se rompieron por razones técnicas.
Con 22 Grandes Premios agendados inicialmente, la temporada 2020 tenía que ser la más larga de la historia de la F1, como merecía la edición del 70 aniversario de la fundación de este deporte. Hasta que apareció la crisis del Covid-19, y con ella la anulación in situ de la carrera de Melbourne. Luego, la sucesión de cancelaciones posteriores derivó en un rosario de decepciones encadenadas para todos los aficionados.
Pero a pesar de la dificultad del momento, Liberty Media -que protagonizó ciertos desatinos al comienzo del curso- ha sabido reaccionar, y está siendo capaz de configurar un calendario más que aceptable, que podría cerrar el año con 17 carreras disputadas lo que, visto lo visto, tiene un mérito extraordinario. Es de justicia reconocerlo.
A las 8 citas presentadas como solución para salvar una campaña que no se puso en marcha hasta julio (con los dobletes de Austria y Gran Bretaña incluidos), se añadieron posteriormente las pruebas de Mugello, Sochi, Nurburgring, Portimao e Imola, que alargarán la actividad hasta principios de noviembre.
Pero los promotores del campeonato querían ir más allá, por lo que -pendientes de la publicación oficial del nuevo calendario que extiende las carreras hasta fuera de Europa, con el deseo de viajar hacia Bahréin (29 noviembre y 6 de diciembre) y Abu Dabi (13 de diciembre)- en los últimos días se había acelerado la opción de recuperar escenarios como el Istambul Park (15 de noviembre) o el Circuito Angel Nieto de Jerez, para ocupar así todo el penúltimo mes del año, aunque finalmente la pista andaluza ha quedado fuera de la carrera.
En el caso de la pista turca, un escenario magnífico para la F1 como vimos en el pasado con curvas tan excitantes como la famosa número 8 y su exigente doble radio, esta no recibe a los coches de la máxima categoría desde el año 2011, cuando Sebastian Vettel se impuso al volante de su Red Bull.
En el del trazado gaditano los F1 no habían regresado allí de manera colectiva desde los tests de pretemporada del 2015, siendo su última carrera acogida el GP de Europa que cerró la temporada de 1997, más conocido por la colisión entre Jacques Villeneuve y Michael Schumacher que por la victoria de Mika Hakkinen, con su McLaren.
Desde Liberty Media el propio Chase Carey confirmó el pasado fin de semana durante su estancia en el Circuit de Catalunya que estaban contemplando seriamente ambas opciones.
Manuel Aviñó, presidente de la Federación Española de Automovilismo, reconoció ayer mismo a este diario que “la Junta de Andalucía, el propio circuito de Jerez, la Federación y el Consejo Superior de Deportes llevaban tiempo hablando con Liberty para considerar la posibilidad de albergar dos Grandes Premios de F1 en territorio español”. De producirse esta situación, se hubiera repetido la coincidencia de dos carreras en el mismo país, como ya sucediera durante las cinco ediciones del GP de Europa que se disputaron de 2008 a 2012 en las calles de Valencia.
Tanto Estambul como Jerez requerían de una adecuación de sus instalaciones bastante importante para acoger una cita tan exigente como la F1, incluso en las especiales condiciones que se necesitan para cumplir con los protocolos sanitarios que demanda la actualidad.
Puestos en contacto con técnicos de Liberty presentes en Barcelona, estos indicaron el pasado fin de semana que veían complicada la viabilidad de un acuerdo con el circuito andaluz, por razones que iban más allá de las obras de actualización imprescindibles.
Según hemos podido saber, algunas de las exigencias para este teórico GP de Andalucía no contribuyen a la fluidez de las negociaciones, que parecen algo estancadas. Así que, entre unas razones y otras, Jerez deberá esperar para recuperar la F1.
Una fuente del Circuit de Catalunya reveló a quien suscribe que el propio Chase Carey se interesó por la posibilidad de que los 30 años de experiencia de la pista catalana en la organización de pruebas de F1 se pudieran poner a disposición del circuito de Jerez para poder organizar de forma inminente la carrera antes de terminar este mismo año.
De hecho, no es la primera vez que un circuito colabora con otro en la organización de una carrera, como sucedió en 2004 cuando 126 controles del circuito de Cheste viajaron hasta la pista de Losail para encargarse de la gestión deportiva del primer GP de Motociclismo de Qatar, por encargo de Dorna.
De todos modos, sin que la pista catalana tenga mínimamente encauzada la continuidad de la F1 en sus instalaciones a día de hoy, y con un panorama incierto en el horizonte en relación a este tema, parecía extraño que esta entidad fuera a favorecer a quien podría ser su más directo rival en la pretensión a una plaza en el calendario de una temporada sin mascarillas ni pruebas PCR de por medio.
Chase Carey GP de Jerez Liberty Media