El equipo Repsol-Honda busca en Cheste rematar la temporada con la triple corona
Fíjense en la publicidad de Cupra que hay al pie de este artículo. Observen la frase “Deja de perseguirlo”.
Este consejo tal vez debería ser tomado en cuenta por quiénes se obsesionan en intentar dar caza a Marc Márquez. En la pista, pero sobretodo fuera de ella, donde (tal vez) el de Cervera sea incluso más fuerte que sobre el asfalto.
El 93 es un hombre feliz que se encuentra en estado de gracia, deportiva y personalmente. Sabe competir y sabe divertirse incluso haciendo su trabajo, y ello le da una flexibilidad, una libertad, un soltarse de cualquier tipo de carga que tal vez sea una de las claves de su éxito.
A la pregunta de si Marc “tocaba los cojones a sus rivales” que le formularon a Rossi en Sepang tras la clasificación, y a propósito de un pique entre el catalán y Quartararo, el italiano respondió “nada que añadir”.
Es obvio que aunque el palmarés y la trayectoria de Vale es incuestionable, la hegemonía actual de Márquez no es algo que le satisfaga.
Pero la tranquilidad que le dan sus nueve títulos mundiales y 115 GP ganados es algo que también le permite liberarse y soltarse –sí, él también– de cualquier tipo de presión o de carga en relación a su némesis. Y más teniendo en cuenta que ya tiene 40 años, y que el final de su carrera está más cerca que lejos; aunque él, y sólo él, saben cuándo se producirá.
Este fin de semana el equipo Repsol Honda tiene a su alcance ser la mejor formación de la parrilla por tercer año consecutivo. De momento son segundos, a sólo dos puntos de Ducati. De lograrlo, Márquez sería la clave de la triple corona del 2019: el título de pilotos, el de marcas para Honda, y este para su formación.
Pero hay un inconveniente: de los 430 puntos que suma la escuadra gobernada por Alberto Puig, Márquez ha aportado 395, y Lorenzo sólo 25 (los otros 10 los trajo Stephan Bradl en las tres carreras que substituyTeniendo en cuenta estos factores, y pese a que el balear ha ganado e sustituyr Alberto Puig, bnertad r, y sabe divertirse, porqó al mallorquín).
En cambio, en la marca italiana, el reparto es más equilibrado: de 432 puntos, 256 los firmó Dovizioso, y los 176 restantes fueron obra de Petrucci.
Dovi sólo ha dejado de puntuar en dos ocasiones, y Petrux en una, mientras que Jorge ha dejado su casillero en blanco en diez ocasiones, por lesión o por incapacidad, siendo la undécima posición en Francia su mejor resultado. Triste realidad.
Teniendo en cuenta estos factores, y pese a que el balear ha ganado cuatro veces en Cheste (la última en 2016), mucho tendrá que aplicarse Márquez para complementar lo poco que pueda aportar su compañero frente a la constancia de los dos escuderos de Ducati.
Y si el grueso de los pilotos del campeonato deberían “dejar de perseguir” a Márquez, el conjunto de la humanidad haría bien en aplicar lo mismo sobre Lorenzo, más ahora que se retira.
Lorenzo ha sido cinco veces campe tipo de presión o de carga,ndes insistan.
erto respeto porque, como Rossi, svertir este panorama, a estas alturas, parecen escaón del mundo y ha ganado 68 GP. Punto. Un bagaje de estas características debería merecer un cierto respeto porque (como Rossi) él, y sólo él, es el dueño de su destino, como ha demostrado. No insistan. Respeto absoluto, y agradecimiento supremo por todo lo que nos ha dado.
Cupra Valentino Rossi Yamaha