¿Se acuerdan del anuncio aquel de las natillas? ¿El de “a mi de pequeño me daban dos”? Pues a los “petrolheads” nos pasa lo mismo, no por gentileza de Danone sino de Dorna y de Liberty Media. Si el pasado fin de semana fue fantástico con las interesantes carreras de MotoGP de Alemania (con la esperadísima y merecida victoria de Marc Márquez) y de F1 de Francia (soberbio el baño estratégico de Red Bull a Mercedes), este fin de semana otra “happy hour”, un nuevo dos por uno con los GP de Holanda para las dos ruedas y de Austria para las cuatro.
Son circuitos que no tienen nada que ver con los de la semana pasada, pero visto lo visto en lo que llevamos de 2021, la lógica ya no cuenta (afortunadamente) en ninguna de las previsiones. Mercedes ha demostrado en los últimos tiempos que de ganar saben mucho. Pero ahora estamos viendo que también deben aprender a perder, o al menos a hacerlo de la manera menos lesiva posible. Y que en este campeonato de las incertidumbres Ferrari se parece cada día más a Ferrari, a mayor desespero de sus incondicionales. Y es que en Maranello la pira del honor empieza a echar humo, y no porque se apunte a la despedida de su patrocinador histórico (Phillip Morris) precisamente, sino porque los hay que empiezan a estar bastante chamuscados con tanto despropósito.
Las Ducati ganan donde no les corresponde hacerlo, las KTM sorprenden, las Yamaha sufren cuando no lo esperan, las Suzuki no están, a las Aprilia no se les espera, y las Honda… sino fuera por Márquez.
Me contaba Alberto Puig al día siguiente de la victoria de MM93: “Todo el equipo necesitábamos esa victoria, pero sobretodo Marc. Sólo él sabe lo que ha sufrido hasta ahora”. Y que esto lo diga todo un Doctor Honoris Causa en el sufrimiento -créanme si les digo que la vida de Puig está siendo muy dura, un calvario, desde que tuvo aquella horrible caída en Le Mans en julio de 1995- hay que valorarlo en su justa dimensión. Nadie en el paddock sabe lo que es convivir con el dolor durante tanto tiempo como él.
“De todos modos, esta victoria no nos cambia la vida, pero sí que nos ayuda -especialmente a Marc- a hacerla más llevadera desde el punto de vista psicológico”, señalaba Alberto.
La lesión de Marc no está aún solucionada. Según Puig, Márquez “necesita ganar para vivir”, y los problemas técnicos de su moto están ahí “y no sabemos porqué ni dónde está el origen; no se han solucionado por arte de magia en una carrera. Es muy duro ver que pasa el tiempo y que no te recuperas, y que cuando vuelves a la competición aterrizas en un lugar distinto, en otro planeta diferente al que dejaste, porque te encuentras con que rivales que no eran ningún problema ahora cuesta mucho superarles. Pero cuando consigues dejar atrás estas experiencias, el día de mañana eres más fuerte. Aquella frase de “vencerse para volver a convencerse” es absolutamente aplicable a este caso”, señala el máximo responsable del Team Repsol-Honda.
Según Puig la victoria de Sachsenring no es garantía de nada, ni nos debe alimentar ilusiones para Assen: “Marc no está ni al 70% de sus posibilidades. Corre solo con un brazo y medio. En Alemania ganó él, y no su moto. Y si lo hizo fue porque la mayoría de curvas eran a la izquierda, como a él le gusta. Y en Holanda nos espera todo lo contrario.”
Volver a sufrir, para volver a ganar. ¡Qué oficio tan duro y difícil!
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