
Rossi, en casa, no sólo compite contra Márquez. También lo hace frente a su destino y frente la biologÃa Dorna hace las cosas rematadamente bien. Los eventos promocionales para activar cada uno de los Grandes Premios del campeonato son un buen ejemplo; otro más. Tanto te visten de gala a las divas del certamen para ir al Liceu, como los disfrazan de cuatreros en Austin, o les montan en una góndola en Venecia. La imagen de Valentino Rossi a lomos de su Yamaha M1 vitoreado por sus tifosi en las calles de Tavullia esta misma semana refresca el poderoso efecto balsámico que el deporte produce en la sociedad, y nos zarandea para hacernos conscientes de la suerte que tenemos de ser coetáneos de héroes como el Doctor, como Nadal, como Messi, como Márquez. Del lujo que es disfrutar con sus… Seguir llegint