
Espoleado por el éxito de Paula Badosa en Indian Wells, me lancé a ver la transmisión del Muguruza-Martincova de la Kremlin Cup. Es lo que tiene la pasión resultadista que tenemos en este paÃs, que necesitamos un triunfo patrio para volvernos incondicionales de un deporte; en este caso el tenis femenino. Tas la forma en la que Garbiñe supero a la checa en el primer set, creÃa que la segunda manga serÃa un paseo para ella. Todo lo contrario, y la hispano-venezolana sufrió mucho pese a neutralizar varias pelotas de set. Es esta una de las grandezas del tenis: que nunca nada está escrito, pese a que luego, en el tercero, se impuso para colarse en cuartos de final. La rabia con la que Garbiñe golpeó su raqueta contra el suelo por dos ocasiones nos confirma que en ningún deporte hay… Seguir llegint